En un edificio porteño se escucha:
Alguien que grita: ascensor
Una señora que responde: yo lo llamé primero.
Ruido hidráulico
La voz de una joven que se sube y pregunta: ¿me lleva?
La señora: mirá, lo voy a pensar. Después de los martillazos...
Silencio.
Y la joven: pero si no estamos en obra.
La señora: háganme el favor. Despeguen la cama de la pared.
Cinco pisos más de silencio.
viernes, 13 de junio de 2008
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2 comentarios:
jajaja
me encanta cuando pasan esas cosas
Yo estoy en contra de la vergüenza.
En esos casos, creo, lo mejor es un comentario del tipo: "¿Sabe qué pasa? Nos excita el golpeteo".
Automáticamente, la incomodidad se trasladarà, como por ósmosis, hacia el cuerpo de la señora.
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