domingo, 28 de diciembre de 2008
La vie en rose
A las cinco y media de la tarde es de noche y hace cero grados.
Comemos algunos crepes, pan y queso, chocolate con setenta por ciento de cacao. Tomamos vino y pastillas para la sistitis, el resfrio, el dolor muscular y algun que otro clonazepam que me sobro del viaje de ida.
Hablamos en frances, castellano, catalan y arabe.
Nos reimos mucho.
Nos damos petonets.
Jugamos a algo antes de dormir.
Nos agarramos
y ya.
martes, 23 de diciembre de 2008
Saludos de Nadal
martes, 16 de diciembre de 2008
Au revoir
Hasta nuevo aviso.
Downstairs
El martes, también
y el jueves, y el viernes
y no te encontré.
En ningún descanso, en ningún escalón.
Cómo me fastidia que ahora vayas por el ascensor.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Problema
Esa fantasía caprichosa de querer ganarle al oficialismo
domingo, 14 de diciembre de 2008
Frases escuchadas anoche, entre los bucos y el golf
"Viejo es el viento y todavía sopla. ¿Sabés los remolinos que puedo armar? (un sujeto de tez trigueña, barriga de las no recomendadas por los cardiólogos, apodado por mi amiga MAE como Rulo. Posible conexión con Martinez Espinosa. Atención.)
"Qué lindas bombuchas" (un habitué de La Dorita, intentando halagarme las babuchas)
"Te lo digo con respeto, somos cuatro amigas, estamos comiendo, queremos estar tranquilas ¿si?" (Un ejemplo de Flor sobre cómo eyectar a un pesado que se te acerca a la mesa para llevarse algún bocadito) Alto handicap.
"Vení, Linterna Verde, vení. ¿A que no adivinas mi perfume?"Esa es Perla, en un desesperado intento por poner a prueba la nariz del De Niro de los rugbiers.
"Baila Facu". Esa también soy yo, tratando de animar al primo, dj trancetriste.
"La noche ideal culminaría con un paseo por el golf. Me dan ganas de traer los palos" (un león melancólico, bajo los efectos de la duodécima minibotella de Chandon, mirando hacia el campo del Club del Golf.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Para todo lo demás, existe mi papá
Cobertura médica internacional: USD 150
Traslados aeropuerto: USD 150
Seguro de equipaje: USD 30
Alojamiento: USD 500
Regalos de navidad: USD 100
Cena de fin de año en París: USD 200
Entradas museos: USD 300
Dormir con él, veinte días, no tiene precio.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Yo no quiero que elijas mi shampoo
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Ante todo, prolijidad.
Viernes
Acabo de salir del baño. Encontré: cera capilar, crema Hinds en envase familiar y un gel exfoliante. Todo, en la bañadera. A juzgar por estas cosas, diría que el pibe es coqueto y que le gusta cuidarse, algo que, dicho sea de paso, me causa más ternura que rechazo. Me imagino que es de los que a los pocos meses te regala un secador y lo guarda en su botiquín para evitarte andar cargándolo ida y vuelta. Pero hay otra cosa que encontré, de casualidad (y no en la bañadera) que hace que modifique sustancialmente esta impresión. Ahora estoy en su computadora, esperando que termine de cambiarse y baje a abrirme porque estoy llegando tarde al laburo. Tengo que irme y devolverle la compu. Él sigue hablando, entusiasmado, sin saber que no lo estoy escuchando. No puedo volver a entrar para reconfirmar lo que vi porque va a sospechar o va a creer que estoy descompuesta. Me voy pensando en lo que encontré, en lo que vi. Porque sé lo que era y puedo imaginarme para qué se usa. Y sé que no es conmigo.
domingo, 7 de diciembre de 2008
Notas (o balance) desde el balcón
Estoy en el balcón. Sola. Tomando Pineral, fumando, escuchando Adriana Varela (Buscá de frente al espejo, en el botiquín del baño, el frasco del desengaño ya no tiene más pastillas, jugatela a hacerla sencillaque este puede ser tu año. Besala como sabés, regalate la poesía de vivir en compañia de la mujer que querés. Convencete que podés, no te vayas a Sevilla que vas a perder la silla y la alegría más bonita de encontrar la bombachita colgando de la canilla), comiendo Twistos de queso y viéndome a mí misma en la pantalla de la compu. No es un wallpaper: es el reflejo. Son las ocho pero parecen las cuatro de la tarde. Estoy acá, escribiendo y puteando en arameo porque mis vecinos (o los invitados de mis vecinos, los no propietarios que hacen uso de las instalaciones de mi propiedad, cosa que me enerva mucho, muchísimo más) se tiran a la pileta como si fuera una pileta olímpica y me salpican a mí, que tengo la desgracia de tener el balcón justito en el piso de abajo. Miro el balcón del séptimo piso del edificio de enfrente. A diferencia del mío, que sólo tiene plantas que no riego desde hace una semana, y una mesita sin florero, están llenos de cosas: triciclos, una casita de madera con juguetes, una pelota, una bicicleta, unas latas de pintura. Es un balcón muy contaminado. Sospecho que el departamento no tiene baulera y no les queda otra que acumular sus bártulos (los de sus hijos, bah) ahí. Así y todo, parece un balcón alegre. O, mejor dicho, el balcón de una familia alegre. Lo digo por lo colorido. Pienso en mi balcón ideal. Me imagino algo muy minimalista. Un cantero de cemento, quizás, con plantas monocromáticas: tulipanes blancos, podría ser. Nada de rejas ni alambrados. Me pregunto qué pensarán ellos, mis vecinos de enfrente, de mi balcón y de mí. Cómo pensarán que soy. Qué impresión daré. ¿Me juzgarán por ver mis plantas marchitas?
II.
Acabo de volver de la pileta. Mejor dicho, de amenazar a las cinco chicas que se estaban tirando bomba. Fueron educadas, pidieron disculpas y prometieron no hacerlo más. Una lástima. En algún punto me molesta que hayan acatado tan rápidamente, sin siquiera defenderse. Estaba para discutir un rato con alguien y ellas, además de mojarme durante una hora y hacerme enojar, anularon mi oportunidad de descargarme. Ahora estoy seca y más caliente que antes. Adriana sigue cantando: ¡Pa’ lo que te va a durar, tanta alegría y placer! Lo que vas a cosechar cuando entrés a recoger, cuando te des cuenta exacta de que te has gastáo la vida, en aprontes y partidas, muchacho, te quiero ver. Necesito un refill de Pineral. Voy por eso pero, antes, hago una parada en el baño y lleno la regadera. Me siento culpable o le tengo mucho miedo al qué dirán.
III.
Sigo fumando. Ya no hay ruidos de pileta. Cambié el Pineral por una Budweiser y Adriana Varela por Edmundo Rivero. Cómo me gusta, cuánto me alegra. Lo escucho e imagino que es mi abuelo y que me dedica Atenti pebeta: cuando estés en la vereda y te fiche un bacanazo, vos hacete la chitrula y no te le deschavés; que no manye que estás lista al primer tiro de lazo, y que por un par de leones bien planchados te perdés. Si ves unos guantes patito, ¡rajales!; a un par de polainas, ¡rajales también! A esos sobretodos con catorce ojales no les des bolilla, por que te perdés; a esos bigotitos de catorce líneas que en vez de bigote son un espinel... ¡atenti, pebeta!, seguí mi consejo: yo soy zorro viejo y te quiero bien.
Suena el celular. Es mi amiga Anita. Me pregunta qué voy a hacer. Me invita a cenar. Nos contamos qué hicimos durante el día. Nos despedimos. Me dice que me quiere. Anita es la persona que más me dice que me quiere.
V.
Acabo de encontrar un documento que se titula “Balance”. Tiene fecha de diciembre de 2007. Lo abro y me sorprendo: dice lo mismo que escribiría para hacer mi balance de este año. O casi lo mismo. Porque Diciembre es un mes de balances aunque uno no siempre quiera mirar para atrás. Es el cierre de nuestro año fiscal y cada uno sabe qué ganó y qué perdió. Qué cosas quedaron pendientes. La columna del Debe, en rojo. Igual, voy a hacer el ejercicio. Y voy a hacerlo ahora, acá, porque en París me va a costar mucho ser objetiva. Voy por trimestres.
Enero-marzo: buen comienzo. Trabajo y amor en alza. Salud estable. Inseguridades. Muy poco deporte. Llamados sospechosos. Persecusión. Sospechas.
Warning II
jueves, 4 de diciembre de 2008
Jueves
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Lo que mata es la ansiedad
lunes, 1 de diciembre de 2008
Cuando yo me muera no quiero llanto ni pena
El amor según Simone
viernes, 28 de noviembre de 2008
Preguntas que nos quedaron sin responder (por culpa del Codorniu)
¿Es posible dejar de ser amante y transformarse en amado?
¿Algún día dejaremos de quejarnos por lo que nosotros mismos generamos?
¿Por qué siempre pensamos que decimos, demostramos, cosas que no decimos ni demostramos?
¿Algún día nos animaremos a decir "quedate conmigo, te necesito"?
¿Cuándo morirá nuestro niño herido?
¿Qué es la intimidad? ¿Qué valor tiene?
Después del Codorniu llegamos a esto
jueves, 27 de noviembre de 2008
Demo
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Regalos
Están los que piensan en los regalos que les gustaría recibir y se limitan a regalar según sus propios gustos, sin importar si éstos son compatibles con los del destinatario. Son los más peligrosos. De repente te caen a vos, que sos clásica y no te movés del trajecito de Paula Cahen D’Anvers, con un chal de leopardo, modelo exclusivo de la Nana Fine. También están los soñadores, que, al momento de la compra, se imaginan al destinatario usando ese gorro, escuchando ese disco, disfrutando de ese reloj, o de ese día de spa. A esos los banco. Me da vergüenza aquellos que llaman a un familiar o a un amigo para investigar gustos, preferencias, talles, colores. Otra raza interesante es la de los regaladores universales, es decir, los que obsequian libros o cds, sin tener en cuenta ninguna las cosas arriba mencionadas. Navidad: libro. Aniversario: libro. Bautismo: libro. Cumpleaños: libro.
En mi lista negra están:
-Los que regalan plata
-Los que regalan vouchers o vales
-Los que regalan cualquier cosa sin tarjeta/dedicatoria.
-Los que preguntan ¿Qué querés que te regale?
-Los que regalan algo horrendo, sabiendo que no te va a gustar, para que lo cambies “por lo que más te guste”
-Lo que regalan libros sin dedicar
Igual, me doy cuenta de que no tengo ninguna entidad para decir todo esto, porque, como ya avisé, carezco de toda habilidad para hacer buenos regalos. Formo parte del grupo de los que regalan tarde y mal: nunca en la fecha indicada, nunca lo que están esperando. Mis regalos son desproporcionados (demasiado ostentosos o demasiado insignificantes) y más masculinos que femeninos: regalo flores, bombones, vino. También se me da por lo lúdico: crucigramas, collage de fotos, adivinanzas. El más original, nunca lo llegué a entregar: un storyboard (dícese de una sucesión de dibujos realizados a mano alzada que relata una historia) sobre el día en que conocí al quinto hombre más lindo del mundo. Créanme cuando digo que era desproporcionado: lo mandé a hacer a los tres meses de haberlo conocido y lo nuestro, por ese entonces, no estaba a la altura ni de una amistad con derecho a roce. Pienso en los mejores regalos que me hicieron y me sorprendo al darme cuenta de que el mejor (esta canción) y el peor (un libro de tejido) me los hizo la misma persona.
Si mi blog fuera popular, invitaría a mis visitantes a compartir sus experiencias y pondría una consigna muy poco original, ponele, cuál fue el último regalo que hiciste, pero como no lo es, mejor no.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Advertencia
domingo, 23 de noviembre de 2008
Domingo
-¿Es hembra?
Ahí me doy vuelta y veo a un siberiano atado con una correa negra a un sujeto de sexo masculino, sin pelo (por no decir pelado): musculosa negra, bermuda azul arratonada, ojotas negras. Calculo unos treinta y cinco.
Sonrío y digo sí.
-¿Cómo se llama?
-Green. ¿y la tuya?
-Es macho.
-¿Y se llama?
-Paul.
Silencio.
Green me tironea exactamente para el lado contrario al del señor sin pelo, que suelta a su perro al mismo tiempo que arremete conmigo.
-¿Vivis por acá? (cuando termina de decir eso me acuerdo de Valeria Bertucceli diciendo que odia a los buscadores de coincidencias y me río para mí misma)
-Sí, a un par de cuadras. Cerca de Juramento.
-Ah, yo también, pero más por la lado de Loreto.
Segundo silencio.
Intento prender un cigarrillo y no puedo. Me ve luchando con el viento y ofrece su ayuda. Acepto. Se acerca y pone sus manos haciendo carpita. Lo enciendo.
-Bueno, como para presentarnos (es él el que está hablando), ¿cómo te llamás?
-Perla.
Con cara de asombro repite: ¿Perla? ¿así está en el DNI?
- Así. Perla.
-Sabía que existía pero nunca conocí a nadie que se llame así. Tiene mucha carga. Debes tener que brillar siempre.
No me llamo Estrella, idiota, me llamo Perla. Y no todas las perlas brillan. Goma (esto no lo dije pero me quedé con muchas ganas de hacerlo)
Sé que estoy poniendo una media sonrisa, casi de las más falsas de mi repertorio. Digo: no es para tanto. No le pregunto su nombre.
Por suerte su siberiano sigue disperso, caminando lejos de mi perra y de mí. Me detengo porque Green quiere hacer lo segundo. No tengo bolsita y no me avergüenzo por eso. Bah, un poco sí porque la cara que está poniendo Green es bochornosa. Miro para otro lado y él se las ingenia para acercarse. Y sigue:
-¿De qué raza es?
-Es de la calle. La encontramos hace un par de años, nos encariñamos con ella y acá está.
-¿Se porta bien, no? Parece tranquila
-Sí, acabo de venir de la librería, la dejé en la puerta, atada a un árbol y se quedó lo más bien.
-¿Fuiste a la librería? ¿Qué compraste?
-Frío en Alaska, y Rabia, de Bizzio.
Lo digo con el mismo tono con el que le decía a mis compañeritas que tenía las figuritas que a ellas les faltaban para completar el álbum. Estoy esperando que se entierre, que me diga que no conoce a ninguno de los dos autores y yo poder desplegar la lista de libros que tengo en la cartera, herencia del taller literario que nunca terminé, y disminuirlo, hacerlo sentir un ignorante, terminar de ahuyentarlo.
Él dice: Ah. ¿Sos intelectual?
Y ahí, mis queridos, se tiró encima toda la tierra posible.
-No, me gusta leer, que es muy diferente.
-A mí también. ¿Qué te gusta leer?
-Ficción. Cuentos y novelas.
-A mí me pasó algo muy fuerte en la vida y desde ese momento decidí leer cosas que me dejen alguna enseñanza, pero no de vida, sino emocional. Ya para teorías leí y mucho. Humildemente lo digo, eh.
-Mirá vos. Pero entonces, ¿qué lees? ¿Autoayuda?
-No necesariamente. Pero me gustan las cosas cotidianas (¿?), que te dejan pensando (¿?).
-Ah.
Seguimos caminando. Nuestros perros se huelen y creo que se simpatizan.
Y en eso, entre los viejos que bailan en la pérgola, aparece ella, también con look dominguero pero con más onda, y yo me alegro mucho de verla, y hago lo posible para que me reconozca y se acerque a saludarme. Por suerte lo hace. Mientras viene caminando me doy cuenta de que ella ya se dio cuenta de que hay algo raro con el pelado (a esta altura ya le digo pelado) y de algo más: no quiere herirme.
Hola, Ana, Hola Perla. ¿Qué haces por acá?
-Paseo a mi perra y trato de sacarme de encima a este personaje.
-Ah, pensé que era un amigo, aunque algo sospechaba.
- No, no. Lo acabo de conocer.
Después de intercambiar algunas preguntas y respuestas, alargamos un poco más la charla para que el quetejedi se diera por vencido. Nos saludamos.
Camino para la esquina, aliviada. Hasta que escucho:
-Perla, Perla.
Y así termina todo:
-Pará, pará. Me parece RE descortés que te vayas sin saludarme.
-Chau, nos vemos. Un gusto. Chau, Paul.
-Pero esperá: ¿no querés que nos veamos?
-No, gracias. Nos vemos algún otro día por acá.
Observación IV
sábado, 22 de noviembre de 2008
Uno, dos, tres: probando
Esto (como diría Janet) está malogrado.
viernes, 21 de noviembre de 2008
Duelo
¿y los hijos?
¿y los hermanos?
¿y los novios?
¿y los amigos?
Maldición.
Maldición.
Maldición.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Un cubo con seis caras del mismo color
Cuando estoy aburrida escribo cosas así.
A vos te lo estoy diciendo
Podes hacerte cargo: esta vez sí es para vos.
martes, 18 de noviembre de 2008
Así es Perla
Arisca
Estable
Mala bailarina
Tranquila
Mentirosa
Ordenada
No es celosa
Segura de sí misma
Envidiosa
Paciente
Iba a poner “transparente” para decir que intenta mostrarse como es pero odio esa analogía.
Talentosa
Nada que ver conmigo.
lunes, 17 de noviembre de 2008
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Tan blanco, ella, y tan negro, yo.
martes, 11 de noviembre de 2008
Observación II
lunes, 10 de noviembre de 2008
La mesa está servida
800 g de congrio
Aceite de Oliva
Sal y Pimienta
Jugo de limón
Vino Blanco
Procedimiento:
Limpie, saque las espinas y corte el filet de congrio en porciones de 180 g, coloque una sartén con el aceite al fuego y dore el pescado de ambos lados. Salpimiente, rebaje con el jugo de limón y el vino blanco. Colóquelos en una placa para horno, cubra con la croute aromática y termine la cocción en el horno a 180º por 5/8 minutos.
Para la croute:
5 rodajas de pan de campo
1 Cebolla
50 g de Manteca
1 Sabor en Cubos Albahaca y Ajo
2 cucharadas de Aceite de oliva
3 cucharadas de Queso rallado
Ralladura de 1 limón
Procedimiento:
Rehogue las cebollas picadas en brunoise en aceite, hasta que caramelicen, incorpore la manteca y el Sabor en Cubos Albahaca y Ajo, revuelva para disolver, agregue la miga de pan procesada y sin corteza. Apague el fuego, incorpore el queso rallado. Lleve en una placa al horno hasta secar y reserve. Agregue la ralladura del limón y cubra el pescado con la croute.
sábado, 8 de noviembre de 2008
viernes, 7 de noviembre de 2008
Rootless tree
we fake a fuss and fracture the times
we go blind when we've needed to see
and it leans on me like a rootless... so fuck you, fuck you, fuck you and all we've been through
i said leave it, leave it, leave it
it's nothing to you and if you hate me, hate me, hate me
then hate me so good that you can let me out, let me out, let me out, let me out, let me out.
jueves, 6 de noviembre de 2008
Enajenada
Buenos Vecinos
Frank dice: vecina estás acá arriba?
Perla: sí, por?
Frank dice: por nada
Frank dice: estas silenciosa
Perla: el que toca el piano y hace ruido sos vos, no yo
Frank dice: no salis hoy?
Frank dice: disfrazada de haloween girl?
Perla: no tengo disfraz
Frank dice: vamos a tomar una birra a la terraza?
Perla: te parece?
Frank dice: y no sé porque no arreglaron el agua caliente del yacuzzi
Frank dice: q decis?
Perla: estoy en pijama, fiaca
Frank dice: si estas en pijama no porque podes tomar frio
Frank dice: y decirte que bajes en pijama ya no da....
Perla dice: y no
Frank dice: no estoy soltero vecina
Frank dice: sino tal vez te invitaba
Perla dice: yo tampoco. y tu novia me cae bien
Frank dice: por eso
Frank dice: la quiero seguir teniendo...
Perla dice: mejor, vecinos
Frank dice: jajaj
Frank dice: pero algún dia una birra de noche arriba te acepto
Frank dice: así de canuto
Perla dice: una birra no es incriminadora
Frank dice: pero la situación es medio turbulenta
Frank dice: no creo que los respectivos se lo tomen bien
Perla dice: turbulenta?
Frank dice: algo así quise decir
Perla dice: pero si yo no pienso hacer nada con vos ni vos conmigo
Frank dice: ya sé...por eso
Perla dice: entonces lo de canuto sobra
Perla dice: odio a los inseguros. (no lo digo por vos)
Frank dice: andá a explicarselo a mi novia
Perla dice: ufff es celosa?
Frank dice: y sí,vecina. Extra mega celosa.
Perla dice: qué fiaca eso.
Frank dice: y bueno...hacete amiga y vamos los 3
Frank dice: más en el veranito
Perla dice: y te dice algo de mí? te debe limar entonces
Frank dice: tas loca...de vos no dice nada...
Perla dice: ah mejor
Frank dice: bueno...si algún día la ves en la pile hacete amiga
Frank dice: así en el verano salen unos tragos arriba
Perla dice: tienen que hacer dias lindos
Frank dice: hoy estuvo zarpado. El sábado si está lindo subamos.
Perla dice: hecho.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
¿Dos caras? ¡dos mil!
Entonces:
A Géminis le gusta B
Géminis hace TODO para conquistar a B
Géminis lo logra. Porque siempre lo logra. Rema, convence, persigue, regala, se empecina, entrega. Nunca deja de confiar en sí mismo hasta que consigue lo que quiera. Cuando lo consigue pasa esto:
Géminis está contento pero igual siente que está en desventaja: a Géminis le empezó a gustar B mucho antes que B a Géminis.
Géminis piensa de a dos y B piensa de a uno.
Géminis piensa TODO EL TIEMPO en lo que siente el otro. Mide, juzga, especula, desconfía.
Pero Géminis sigue adelante: rema, convence, persigue, regala, se empecina, entrega.
B se acerca cada vez más. Es demostrativo. Cuidadoso. Hasta tierno.
Géminis desconfía. Teme la llegada de terceros. Sufre. Boicotea.
Un día, B dice te quiero.
Géminis sonríe, se alegra, pero siente que el te quiero es gracias. Y ahí se arrepiente de haber remado, de haber convencido, de haber regalado, de haber sido empecinado, de haberse entregado. Porque, al final, a Géminis lo quieren porque se lo merece. ¿Y a quien le interesa vivir un amor merecido? Es como comer gelatina sin sabor. Será muy nutritiva pero ¿a quién le gusta?
domingo, 2 de noviembre de 2008
Pero seguro
sábado, 1 de noviembre de 2008
viernes, 31 de octubre de 2008
A todo volumen
estoy acalorado
voy a chasquear la lengua, un poco
voy a escupir misiles.
Puro veneno! risas que duelen!
Acostumbré el pellejo a los ultravioletas
voy a tumbarme a la bartola sobre unos terciopelos.
El que abandona! no tiene premio!
¿A quién le importa? ¡toda esta guinda! ¡Si te sofoca! ¿A quién le importa?
lunes, 27 de octubre de 2008
Extractos del diario de una Perla adolescente
En contra de los sentimientos no se puede luchar. Bah, se puede pero es muy difícil. Además yo no quiero espantar mi amor, no me importa que no sea “correspondido”. Está dentro de mí y no lo quiero negar.
Restó Menemista
Nos regalaron siete desayunos free para Junior, así que después de Parada Cero fuimos para allá.
Génesis del complejo de hermana menor
Había un pibe que estaba hablando con Jor y cuando se enteró que yo era su hermana, me dijo: ¡te cagaron a vos! ¡Qué cara de torta tenes!
(agresión recibida en las inmediaciones de La Diosa)
Crónica TV no llega al oeste
Cuando volvíamos del boliche, un Renault 19 azul nos encerró y el acompañante sacó un arma y le apuntó a Sole, que es la que manejaba. Ella puso marcha atrás, cruzamos una avenida sin mirar y terminamos chocando contra un micro que estaba estacionado. Los tipos se escaparon y nosotras salimos corriendo del auto. Un cagazo bárbaro!
Así conté mi primera vez
23 de agosto. 1997. Un día muy especial. Quizás uno de los más importantes hasta el momento. Imaginate lo que pasó…
Seba (novio debutante): te amo
Perla: no me mientas
Seba: no te miento. Te amo por todo lo que hiciste por mí, por ser tan valiente y por ser como sos.
(once años después, reflexiono: ese debe haber sido el inicio del trauma del “te amo por agradecimiento”)
A pesar de su aclaración, no estoy muy segura de eso, sé que no hay que ser desconfiada pero no lo puedo evitar. Me lo dijo para no quedar como que sólo quería coger conmigo. Estoy asustada. Lloro. Mi abuela acaba de subir a mi habitación. Creo que se dio cuenta de que pasa algo raro. Ahora está intentando abrir la puerta pero no puede porque la trabé con el sillón cama. Sigue golpeando. Mejor le abro. Seba está debajo de la cama. Encima, como es tan alto le sobresalen los pies. Si lo ven me echan de casa. Abu está todo bien, estoy tirada, ahí bajo. Después vino la peor parte: sacarlo de mi casa. Mi abuela estaba abajo, en la cocina, con sus dos hermanas. Entre las tres deben sumar unos trescientos años y cien de miopía ( lo que contribuiría mucho si no fuera porque la puerta de salida está pegada a la cocina ¡y de cerca ven bien las viejas, la puta madre!)
Al final hicimos esto: bajamos por la escalera descalzos porque la madera es muy traicionera y Seba se metió enseguida en el baño. Desde ahí me llamó con su celular y yo atendí desde la cocina. Dije: Sí, Mari, ahora te abro. Sí, los apuntes de física nada más. Gracias, besito, chau. Hice como que salía a abrirle a mi amiga y en ese momento Seba se agachó y salió por detrás de los sillones. Por suerte, las viejas ni se mosquearon.
Persecuta non stop*
Otra sensación que tengo es que estoy perdiendo todo lo que me caracteriza como persona: alegría, empecinamiento, esperanza, confianza. Cada vez me rio menos, me parece que todos los que se me acercan lo hacen para lastimarme.
*cualquier parecido a la realidad es mera casualidad.
Ranking
Cosas importantes de mi vida
1. Seba (el chico alto del debut, el ex más sepultado de la historia)
2. Trabajo
3. Danza (mientras transcribo esto me acuerdo que fui al programa de Cormillot en Canal 7 a bailar y también al de Carmen Barbieri, “Movete, Movete”, o algo así. Qué papelón, dios.
4. Familia
5. Salud
6. Energía
Existencialismo a los dieciséis
¿Por qué dejé de preocuparme por ser feliz y pasé a ocuparme de ser infeliz?
sábado, 25 de octubre de 2008
El dogma según Zambra
viernes, 24 de octubre de 2008
La infidelidad según Bizzio
No soy más moderno que nadie, pero la verdad es que no me afecta en lo más mínimo la posibilidad o el hecho de que alguien a quien quiero (yo quiero a los que amo) se eche un polvito con un desconocido a la vuelta de la esquina; es, por supuesto, una de esas cosas que no hace ninguna falta decir ni preguntar. El gesto de complicidad con Trixie en la fiesta aplaudía su vulgaridad, volviéndome indigno de sentir lo que sentía, no me hubiera dolido tanto saber que se habían acostado. No importa. Aquella noche vi a través de ese gesto a Vera capaz de una impiedad tan grande como mi amor por ella, recuerdo que pensé que era una de esas mujeres en las que más vale mantenerse alejado, pero que ya era tarde para mí. Ahora no tenía ninguna duda de que no se trataba sólo de sexo. Y con el mismo altísimo porcentaje de certeza con que un tenista sabe que recibirá la pelota a su revés, supe que iba a sufrir.
jueves, 23 de octubre de 2008
Anoche me escuché decir que
lunes, 20 de octubre de 2008
Dia 1 (cont)
domingo, 19 de octubre de 2008
Día 1: cuando el word con autocorrección en Portugués no me molesta.
Por suerte me toco ventana y a mis dos amigas, la misma fila que a mi, a pesar de haber hecho el check in cada una por su lado. Ipod hasta que despega, una media horita mirando para adentro, y la gloria: el desayuno. Antes de aterrizar ya estoy cambiandome las zapatillas por unas divinas Havaianas. El aeropuerto de Rio de Janeiro me hace acordar al JFK pero soy incapaz de dar referencias para que encuentren las mismas similitudes que yo. Mientras espero el tranfer para ir a Búzios, fumo un cigarrillo y pienso: Brasil com amigas en temporada baja es un programón.
El micro esta lleno de Argentinos. Los vidrios tienen uma especie de film negro que se supone es refractario pero, acá arriba, hay dos cosas que brillan: los anillos de las parejas que estan de luna de miel y los accesorios dorados que cuelgan de las madres que tienen mas ganas de broncearse que de cuidar de sus hijos.
La velocidad promedio del bondi es de, aproximadamente 150 km/h. Morro cuesta arriba, tal vez 149 km/h. Empiezo a repetir el panqueque del desayuno, pero todo bien. Saco fotos del paisaje al costado de la ruta, de mi amiga, de la amiga de mi amiga, me saco fotos a mi misma. Por un momento me olvido de su partida y de él.
La posada es, como podria describirla, como cualquier posada brasilera: mucha madera, mucha palmera, mucho sillón con estampado canabbis. O no, pero parece. Nunca alquilaria esta posada si estuviera en Pinamar pero como esta aca digo que es encantadora por su estilo rústico y minimalista. Tenemos hambre y decidimos comer algo al paso para aprovechar más la tarde. Puedo dar fé de que probé el lomito menos tierno de todo latinoamerica. Pero qué lomo tienen los brazucas, eh.
Hay un sol radiante y la playa esta repleta de gente. Nos tiramos en las lonas que aún tienen olor a suavizante y le hablamos, mejor dicho le respondemos, a todos los morenos que se nos acercan a hablar. Nos confunden con chilenas y nos preguntan si tenemos pololos. Nosotras les preguntamos adonde podemos ir a bailar esta noche y terminamos echandolos porque no entendemos nada. Compramos queijo, milhos, helados. Menos mal que no me fui a Salta.
Estamos entusiasmadas con el tema de la excursión en barco por arraial do cabo. Dicen que es el caribe Brasilero. El paquete, además, promete caipirinhas free, brochettes de lomo y frango. Ya en la cola antes de subir al micro que nos trasladara al puerto vemos a dos pibes, guapos, que parecen argentinos y surfers. Dejamos pasar a todos y justo subimos detrás de ellos. Diez minutos. Llegamos al puerto, o a la Isla Maciel, como quieran llamarlo: olor, suciedad, pobreza. Pero bueno, el barco parece cómodo y lujoso, ,che, y es el único que entra en las grutas. Va a ser un dia de tranquilidad donde vamos a poder charlar y contemplar los paisajes más exóticos. Y además, chupar gratarola. La samba empieza a sonar cuando el barco aún esta amarrado, una samba bastante pegadiza pero a un volumen descomunal. Le pido puchos a mi amiga y no me escucha. La guia dice, grita, algo en portunol y la gente empieza a reunirse alrededor de la botella que se encuentra en el centro de la improvisada pista de baile. Yo todavía no me tome ninguna caipirinha, así que no estoy preparada para el meneo, pero voy a buscar una y vuelvo.
viernes, 10 de octubre de 2008
A nosotros
miércoles, 8 de octubre de 2008
De olores
martes, 7 de octubre de 2008
La gente que...parte III
-No saluda al subir a un ascensor
-Tira la ceniza y apaga los cigarrillos en un vaso o en un plato
-Responde: ¿bien o te cuento?, cuando le preguntas cómo está.
Me subleva, mal.
viernes, 3 de octubre de 2008
Pedido
miércoles, 1 de octubre de 2008
De amares
-Tenes novia?
-Mi novia es el mar.
Silencio. Una revolcada y un adiós.
martes, 23 de septiembre de 2008
Time is never time at all
sábado, 13 de septiembre de 2008
La gente que: segunda parte
-Se despide con la frase "bueno, esta chica, hablamos mañana"
-Dice "chiquis"
-Tiene muñequitos colgando de su celular
-Su celular colgando de su cinturón
-Usa escarbadientes
Me saca las ganas de tener ojos y oidos.
jueves, 11 de septiembre de 2008
El tema se llama "Digiriendo"
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Warning
Te dije que te quería
Te dije que estaba perdiendo la paciencia
Te dije que la incertidumbre me estaba agujereando el corazón
Te dije que iba a ser tarde
Te lo dije
Te lo advertí
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Confirmado: está en su ADN.
martes, 2 de septiembre de 2008
Hay noches
Odio que no hayas sido vos.
Sin rencor. Con ganas, pero sin rencor, te odio.
viernes, 29 de agosto de 2008
El mismo del Tiramisú customizado
jueves, 28 de agosto de 2008
La gente que
Escribe Bss, en lugar de besos, me sulfura.
Sandro a medianoche
miércoles, 20 de agosto de 2008
Shhhhh
martes, 19 de agosto de 2008
viernes, 15 de agosto de 2008
No más Liz Solari
jueves, 14 de agosto de 2008
Sobre el amor y la distancia. O la distancia del amor.
Mientras Anita me contaba esta y otras cosas a mí me surgía una alegría vergonzosamente egoísta de no estar en su situación. Hubiera querido decirle que para mí era una locura, que esa relación no tenía futuro y que era sobrehumano (y hasta ridículo) el esfuerzo que estaba haciendo, pero no me animé. Llegó el verano y ella cumplió con su parte del trato: viajó a Budapest. El la estaba esperando en un departamento que había alquilado para la ocasión. Mucha familia, mucho recorrido por lugares típicos, mucha cerveza, mucha páprika, mucho sexo no virtual. Gemidos face to face. Una semana antes de regresar a Buenos Aires y no verlo nunca más, Anita me escribió un mail. Decía que estaba feliz de estar ahí pero que al mismo tiempo se sentía triste porque sabía que pronto se separarían una vez más y que creía que no iba a poder resistir otro año más así. Me preguntó qué haría en su lugar. Menos mal que no le respondí. Todo lo que hubiera argumentado en ese momento lo utilizaría hoy en mi contra.
martes, 12 de agosto de 2008
Meredith dixit
lunes, 11 de agosto de 2008
viernes, 8 de agosto de 2008
Un día como hoy
Salud.
lunes, 4 de agosto de 2008
miércoles, 30 de julio de 2008
Después del final, sí.
viernes, 25 de julio de 2008
No da parlarse a la profe antes del final
saludos.
buen finde
J.
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Hola J
Qué raro lo que me decís. Lo chequeo y te aviso.
Gracias por avisarme
saludos,
P.-
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no es nada... es mi función como nerd de la clase.
gracias.
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No diría que sos el más nerd. Sí, uno de los más atentos.
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y siii, no hay mucho para comparar. Qué personajes.
bueno, no te jodo mas porque no dar parlarse a la profe antes del final, no es ético.
beso
jueves, 24 de julio de 2008
miércoles, 23 de julio de 2008
sábado, 19 de julio de 2008
Hoy
Me bañé
Me fui a depilar
y
Me alimenté
Por amor propio.
Es el único que espero no perder nunca.
viernes, 18 de julio de 2008
Sentencia
martes, 15 de julio de 2008
lunes, 14 de julio de 2008
The fake smile on the surface that you show to the world when you are sad
but I just can't find a smile
I wonder why you can't
I struggle with myself hoping I might change a little
hoping that I might be someone I wanna be
looking out I want to know someone might care
looking out I want a reason to be there
cause I don't know what I've done to deserve you
and I don't know what I'll do without you
looking out I want to know some way might clear
looking out I want a reason to repair
cause I don't know what I've done to deserve you
and I don't know what I'll do without you
I can't see nothing good
and nothing is so bad
I never had a chance to explain exactly what I meant
viernes, 11 de julio de 2008
Al fin sucede
-Por favor, si en las cartas ves que algún familiar se va a morir, no me lo digas.
Asintió con la cabeza. Tomó un mazo de cartas, lo mezcló, y me pidió que lo cortara en tres partes. Eso hice. Después, reunió las cartas en un único pilón y me hizo sacar cinco, con la mano izquierda. Las acomodó en forma de cruz, en el centro de la mesa. No pregunté por qué, pero ella me lo explicó: el norte significa el futuro; el sur, el pasado; el oeste, lo positivo; y el este, lo negativo. El centro es el presente. Y empezó:
-A ver. Perla. Primero te vamos a ver a vos. Según el tarot marsellés, que son las cartas que estamos interpretando, sos Le Bateleur. El mago. Linda figura, linda carta. Como verás, se encuentra de pie ante una mesa de tres patas que simbolizan los tres reinos de la naturaleza: el animal, el vegetal y el mineral. Pero ojo. La mesa tiene, en realidad, cuatro patas. Hay una que no se ve pero que existe y que representa el cuarto reino. El espiritual.
Hasta ahí, el relato sonaba a columna de revista Mía. Alicia estaba concentrada, hablaba con seguridad, con convencimiento. Mirándome a los ojos. Siguió:
-Sobre la mesa aparecen varios instrumentos que tienen diferentes significados: espadas (osadía), copas (intuición) y oros (éxito). El mago sugiere inteligencia, habilidad, eficiencia, agilidad, creatividad y originalidad, pues se requiere de todo ello para manipular los objetos que se encuentran sobre la mesa.
-Divino el mago, muy linda figura, muy bien dotada, pero ¿qué tiene que ver conmigo, Alicia?
-Ahí vamos. Tiene todo que ver con vos, Perla. Sé paciente.
Después de unos minutos de silencio, habló y dijo algo sobre mi supuesta habilidad para las comunicaciones, me preguntó si era oradora, le dije que de alguna manera sí. Deshizo la cruz, mezcló las cartas y me pidió que cortara en tres. Ahora decime sobre qué queres hablar. Qué queres saber. Me daba miedo empezar por las cuestiones sentimentales, así que le pregunté por mi familia. Mano izquierda, cinco cartas. Cruz.
-Tu mamá está enferma, ¿no? Tuvo un infarto. Tu papá es la persona que la sostiene y sostiene a la familia. En enero del año que viene va a recaer pero, a ver, sacá una carta más. Tranquila: se va a recuperar. ¿Qué más?
-Mi trabajo.
Mismo procedimiento. Nueva cruz.
-Mmmm. No estás cómoda ahí. Hay un hombre que es una amenaza. Siente atracción por vos y como vos lo rechazas se va a tomar revancha. Cuidado. En agosto renuncias.
-El único hombre que hay está de mi lado. Qué raro.
-En agosto, renuncias. ¿Qué falta?
-El amor.
-Ay, el amor, el amor, dijo, y levantó mucho las cejas, como lamentándose. Su cara me sugestionó un poco pero lo que más me asustó fue darme cuenta de que tenía maquillados los ojos con sombra violeta. Un color que sólo podría usar una bruja. Una bruja mala.
Antes de que me lo pidiera, seleccioné cinco cartas con la mano izquierda. Ella hizo lo suyo y las acomodó en cruz.
-Ah, pero estás en pareja. Y hace algunos años. Conviven, ¿verdad?
-Correcto, correcto, correcto.
Tres de tres, pensé.
-Y en el pasado fueron muy felices. Me sale el mundo: plenitud, armonía, unión.
Cero de uno. No sé si fuimos tan plenos ni tan felices. No digo nada.
-Pero esperá: acá, en el presente, hay algo. El está raro.
-¿Raro?
-Sí, raro con respecto a la relación. Con respecto a vos.
-…
-En el presente me sale el colgado. Esta carta implica un paréntesis en nuestra vida, un momento de transición en el que hacemos una pausa para dejar las cosas fluctúen a su manera y que el destino decida por nosotros. Es un tiempo de reposo donde predomina la reflexión sobre qué hacemos, por qué lo hacemos y cómo lo hacemos. ¿Entendes?
-Un tiempo de resignación. Algo así, ¿no?
-No diría eso. Es una pausa. Puede ser que él empiece a ver las cosas desde otra perspectiva o que sus prioridades cambien de manera radical.
-O sea que va a hacer la plancha y va a dejar que todo fluya.
-Exacto.
-¿Y en el norte qué ves? ¿Qué va a pasar en el futuro con nosotros?
Alicia hizo silencio. Me pidió una nueva carta. La muerte.
-Se van a separar, Perla. Lo lamento.
Y acá, para confirmar mi escepticismo, para que el relato sea redondito, es cuando debería decir que nada esto sucedió, que Alicia era una bruja mala y que inventó todo. Pero no. Mamá tuvo un infarto en enero y salió adelante, renuncié a mi trabajo en Agosto porque el único hombre de la oficina me obligó a hacerlo y me separé de mi ex, que todavía debe seguir colgado.
Pero eso no es todo.
Alicia pasó de ser una bruja mala a una vidente muy respetada por mí. Incluso les recomendé a algunas amigas que la visitaran. Que le pegaba a todo.
Un año después de aquella visita (ya en el nuevo laburo, ya separada, con mi madre ya recuperada) regresé a lo de Alicia. Esta vez, sin tantos interrogantes, sin tanto que perder.
Hola Alicia, Hola Perla. Cuando la vi, supe que sabía que sus predicciones se habían cumplido. Había olor a pis de gato pero ya no me molestaba tanto. Nos sentamos en la misma mesa. Sin explicación previa, mezcló e inauguro la primera cruz.
-¿Empezamos por el amor, no?, dijo.
-Para qué perder tiempo. Adelante.
Norte, sur, este, oeste, centro.
-Estás con una persona comprometida, Perla. Un casado. La mujer está con él por su status. El está muerto con vos, me salen soles. Hay amor acá, eh. En el presente está colgado. El colgado significa que…
Interrumpo y digo: ya sé lo que significa el colgado. Me salió la otra vez, ¿te acordas?
-Nunca recuerdo las cartas, Perla. Cada vez que alguien se va, yo reseteo mi mente. Es la única manera de purificarla.
Alicia es hábil y sabe cuando cambiar de tema. Por sugerencia suya, entonces, seguimos por salud y dinero. Pero todo lo que dijo después del amor, después del colgado, me lo olvidé. No me interesaba saber cuánto iba a ganar, en qué me iba a destacar laboralmente o en qué mes cuidarme de la alergia. En el amor, en el presente, la persona con la que lo compartía, estaba colgada. Lo que se olvidó de decirme esa vez es que el casado, colgado o no, se quedaría con su mujer que sólo lo quiere por el auto y la casa. Alicia, la vidente cuestionada.
Pasaron otros seis meses hasta que la volví a ver. Sin novio, sin amante casado, pero con un nuevo festejante de carácter provisorio. Fue casi un monólogo de Alicia:
-El pibe tiene todos los reyes. Es inteligente y muy admirado. El lo sabe. Le va a ir muy bien. Con respecto a vos, no me sale que hay amor. Sí, deseo y admiración. Hay mucha piel entre ustedes.
Como punto negativo le sale la luna. La luna es una carta con dos mujeres. El está en el centro mirando a dos mujeres. Pero en el futuro, a ver, dejame ver. Saca una más.
Y ahí cometí el acto más estúpido de mi vida.
Alicia apoyó la carta en la mesa y todo terminó.
jueves, 10 de julio de 2008
martes, 8 de julio de 2008
viernes, 4 de julio de 2008
URGENTE
jueves, 3 de julio de 2008
Una verdad incómoda
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
El amor no depende de nuestra voluntad.
martes, 1 de julio de 2008
Desabastecimiento
Salud y sorpresa, también.
La góndola está complicada.
viernes, 27 de junio de 2008
Médanos: digamos que mi primer cuento. O el último.
Julia Alvarez, 10 años, nacionalidad argentina. El comisario repite en voz alta las palabras del padre de Julia. El sonido de las teclas de la antigua máquina de escribir hace eco en la sala de entrada de la seccional.
Era el quinto año consecutivo que su familia veraneaba en Punta del Este. La rutina no variaba demasiado: enero, barco hasta Colonia, auto hasta la península. Días de playa y algún que otro paseo por la rambla. Ese año viajaron junto a la familia de Marina, una compañera del colegio de Julia. Alquilaron una casa al lado de la suya, en la parada diez de la mansa.
Domingo. El calor retrasa su llegada a la playa. Mientras los grandes desafían al tejo en la orilla y se meten al mar, Julia y Marina juegan a las escondidas. Pero la diversión no es esconderse y descubrirse entre sí, sino desaparecer y alarmar a los padres: primero fue el baño de hombres, después el carrito ambulante que vendía bebidas y barquillos. Hasta que descubren el lugar perfecto: un lugar elevado, desde donde no se escuchan voces ni el sonido del mar. Tardan diez minutos en llegar a la cima. Esquivan arbustos y ramas. Una vez allí, se sientan con las piernas cruzadas a esperar que alguien las sorprenda. De repente, Julia siente una respiración muy cercana detrás de su oreja izquierda. Marina esta a su lado. Al instante, una mano áspera se mete lentamente entre la malla y su piel, manoseando su intimidad. “Si gritás, te mato”, dice una voz masculina. “Quedate quieta y bien calladita”. Julia se da vuelta y lo ve: su mirada se posa sobre los pequeños y redondeados ojos de un hombre de unos cuarenta años, y en sus manos cubiertas de un polvo blanquecino. Marina quiere gritar pero su voz la traiciona. Julia siente paralizadas sus piernas. Se mantiene inmóvil. Muda. Obedece. Un nuevo roce la cautiva: sus pechos aún no desarrollados reaccionan y se endurecen. El cosquilleo en su estómago la desconcierta y le provoca, en idénticas cantidades, placer y ganas de vomitar. Se estremece ante un nuevo tacto. Espera que la secuencia se repita, una vez más, pero eso no sucede. Marina toma coraje y baja corriendo del médano en busca de ayuda, mientras que Julia ve al desconocido alejarse cada vez más.
Furioso. Así se puso el padre de Julia quien, al enterarse de lo ocurrido, inició una desesperada búsqueda en la playa para encontrar al agresor. Los oficiales de prefectura corrían de una punta a la otra y molestaban a los turistas con interrogantes para obtener alguna pista. Ninguno parecía dar con el perfil descrito por ella. Un stand de promoción de Coca Cola. Ahí lo vio. Mezclado entre la gente, camuflado entre gorros de paja y pareos coloridos, muy cerca de una mujer. Lo vio apoyándosela sin mucho disimulo mientras ésta esperaba recibir su regalo. Eran sus manos. Era él.
-Lo tenemos. Es albañil. Uruguayo. Tiene antecedentes. Necesitamos la colaboración de la menor para corroborar que sea él. Con suerte se come un par de años adentro. Y acá si que sus pares se van a encargar de sacarle las ganas de agarrarse pendejos.
Las palabras del comisario aliviaron al padre de Julia al mismo tiempo que avivaron su culpa: por haberla dejado sola, por no haberla defendido, por no haberla advertido sobre qué hacer ante una situación similar. Ella se mantuvo en silencio. Como si no pudiese dejar de cumplir con las órdenes impuestas por el desconocido.
-Papá te promete que esto ya termina y que nunca nadie más va a hacerte algo feo. Siempre voy a estar a tu lado para protegerte. Julia abrazó fuerte a su padre y se tranquilizó.
Al ingresar en el recinto contiguo, inmediatamente lo reconoció. Eran sus manos blancuzcas. Era él.
-¿Es él?, preguntó el oficial. Julia no respondió. ¿Es él?, insistió su padre. Julia movió la cabeza de lado a lado. Dijo que no y sonrió. Aún le parece ver su cara entre la gente.
Maldita bronquitis
Y la garganta
Y la cabeza
Y el cuerpo
Y me pica la nariz todo el tiempo
Y estoy harta de ver TV basura
Y de tomarme la fiebre
Y de estar en pijama
Y de toser
Y de no sentirle gusto a la comida
Ya quiero recuperarme