jueves, 4 de diciembre de 2008

Jueves

Estoy contenta. Me acaba de llamar el pibe para invitarme a comer a su casa. La última vez que lo hizo me quedé de jueves a domingo. No dice “quedate”, pero en el tono de “cenamos en casa tranquilos y después vemos” hay, implícita, una invitación a pernoctar. Una invitación que acepto con una alegría que disimulo para no asustarlo. Es que yo sé cómo son. Martín, el abogado con el que salí antes de conocer a este pibe, me invitaba a la casa y ni bien terminábamos de curtir, con un apuro digno de alguien a quien se le acaba el parquímetro, me invitaba a llamar un radio taxi. Les da fobia eso de amanecer acompañados. Ellos dicen que no es lo mismo curtir que dormir. Y, para justificarse, exponen una batería de fanfarronadas del estilo de: quiero que (post coito) se conviertan en pizza, que (post coito) se esfumen, que (post coito) desaparezcan con una bomba de humo, que (post coito) se eyecten de la cama ¡Como si nosotras quisiéramos quedarnos a dormir siempre! Yo tengo más de una amiga (digo eso, una amiga, cuando en realidad me estoy refiriendo a mí pero me da cosa hacerme cargo) que se dio a la fuga de madrugada, sin alguna prenda, con tal de no escuchar roncar o soplar -en el mejor de los casos- a un NN. Otros le echan la culpa al desayuno: que es muy íntimo desayunar con un desconocido y no da. Es ridículo. Cenar y curtir con alguien no es menos íntimo que dormir. Anyway. Me parece muy violento caer con el bolso así que, esta vez, voy a llevar una cartera grande con lo imprescindible. Yo no sé si este pibe es la excepción pero si no lo es, lo disimula muy bien. Creo que es generoso de su parte invitarme a su casa y compartir todo el fin de semana conmigo. De jueves a domingo. Aunque, bueno, todavía no llegué y ya me estoy quedando hasta el domingo. Me retracto de lo dicho nueve renglones arriba: nosotras siempre queremos quedarnos a dormir. Pero, insisto: me gusta este pibe, me gusta que no me de turnos. Parece la excepción. Estoy contenta, camino a su casa, con lo imprescindible para quedarme ahí por, al menos, tres días.

6 comentarios:

EmmaPeel dijo...

Dormir es la prueba de fuego, si llego a dormir es que se puede bancar una segunda y tercera ronda.

Una vez rajé dejando notita pegada en la pava (si llega hasta acá sabrá de quién hablo jijiji)

Besos y difrute doña

Anónimo dijo...

Jajaj, me mató la del desayuno! La de la pizza es mía, chorra...
¿Cómo es eso de que siempre se quieren quedar a dormir?
Yo inventé, más de una vez, que tenía que ir a almorzar a lo de mi mamá y me iba a las 7.30 para Villa Crespo con tal de que no se quedaran. La frase es: "Si no me voy ahora no me levanto más, no nos podemos dormir".
Besoooooooo!
(es obvio que soy yo?)

Anónimo dijo...

sí, es obvio que sos vos. ;)

Soy peregrinaperla dijo...

Emma, me hiciste acordar a una vez que dejé una nota (y escuchá bien) escrita con rouge porque no encontraba lapicera. jajaja

Au drey dijo...

Quedarse a dormir...ay ay ay.
Y sin embargo, viene despejandito.
Besos!

EmmaPeel dijo...

La del rouge, chapeau! jajajaja

besos