jueves, 29 de enero de 2009

Salbutamol 100 mcg

Espiro, pongo el inhalador en la boca, lo aprieto fuerte con los labios. Libero Ventolín. Inspiro lentamente. Mantengo la respiración. Diez segundos. Espiro, me desinflo, y pienso que seis años es mucha diferencia, aunque en la cama no se note tanto.

miércoles, 28 de enero de 2009

Pausa

Quiero ser objetiva. Observar las cosas sin zoom. Leer sin la impronta de mi tono. Escucharte sin piedad. No hacer transferencias. No photoshopear la realidad. No sobredimensionar. Ver lo feo. Reflexionar antes de actuar. No hacerte cargo de cumplir las promesas que yo misma me hago. Ser objetiva. Ser cruda. Juzgarme. Aceptar que tener un plan no implica reciprocidad. No necesariamente. Y mucho menos de manera automática. Ni simultánea. Yo tengo un plan. Y no es excluyente. No sé si se va a cumplir. No depende de mí. Lo que sí sé es que, si estuviera en tu lugar, no haría lo mismo que vos. Y que no se me escaparía, nunca, algo como lo que dijiste hoy.

lunes, 26 de enero de 2009

Mejor callarlo. Para qué.

Extraño espiarte y verte dormir y acariciar ese pelito suave y revoltoso que tenes y que tanto me gusta aunque vos digas que es una mentira porque está alisado artificialmente. Invitarte a mi habitación y fumar hasta perder la coordinación y volvernos disléxicas. Soñar que sueño con vos. Usar tu maquillaje. Comparar nuestras piernas y reírnos. Despertarme y escuchar tu tos y verte desarreglada y dolorosamente linda. Podría confesártelo: decirte que si a él le gustas, a mí también. Insinuarte que podríamos. Aunque mejor callarlo. Ahora estamos lejos. Para qué.

Flete

A mi ex le costó mucho tomar la decisión de mudarnos juntos. Casi dos años. Vivíamos a seis cuadras: yo con mi familia y él, solo. La que insistía era yo, y el que ponía las excusas, era él: que la renovación del contrato, que las expensas, que los gastos, que tengo miedo de que la convivencia termine con lo que somos. Los dos teníamos miedo: ninguno había vivido antes en pareja. Pero yo fui siempre más impulsiva. Se lo pedí mucho y de muchas maneras. Al principio fui, o quise ser, cómplice, tierna y conciliadora. Prometí no invadir sus espacios y respetar sus ritos. Al principio. Fui así. Paciente. Cautelosa. Terminé siendo amenazante. No es por justificarme pero lo mío no era un capricho: deseaba acostarme y levantarme, todos los días, a su lado. Lo cierto es que a él, a pesar de la resistencia que demostraba, también le entusiasmaba la idea. Cuando dejé de hablar del tema, apareció con una llave envuelta en un sobre hecho con una hoja rayada que decía “mi casa es tu casa”. Fue muy conmovedor. A las dos semanas estaba instalada. Y sentía, realmente, que era mi casa. Es que mi ex era desordenado pero muy generoso. Me dejó el placard del dormitorio sólo para mí, porque él casi no tenía ropa. La había perdido en un viaje y nunca se preocupó por reponerla. Usaba la ropa de la madre y la que ya no le entraba a los amigos. Tuvimos algunos momentos de felicidad de esos que le llaman cotidiana. Hubo notas arriba de la mesa, cenas sorpresa con cerezas con hielo de postre y zapadas hasta la madrugada. También hubo de lo otro: aniversarios no celebrados, no olvidados, no celebrados, soledades nocturnas, reproches, platos sucios durante semanas, plantas secas, pánico de ataques. Colección de tapitas de Danette debajo del Mouse. Duramos un poco más de un año. El día que nos separamos me juré nunca más pedir algo así. Quiero que la próxima vez la culpa esté compartida.

viernes, 23 de enero de 2009

Arte, arte, arte

A mí me gusta estar con vos porque nos pintamos la carita con corcho y somos felices.

jueves, 22 de enero de 2009

miércoles, 21 de enero de 2009

Mc Dancing

Atención al minuto cero nueve. Bailando así con él se me pasaría todo.

En mi box hoy se escucha

Siguiendo todas las reglas de la dictadura que me ha impuesto tu ausencia..


lunes, 19 de enero de 2009

Smile shot

Me aburro. Todo el tiempo. Me aburro. Nada me causa gracia. Hace siete días que no me río. Pero que no me río nada, eh. Ni una carcajada. Salgo con mis amigas y me aburro. Trabajo y me aburro. Escribo esto y quiero terminarlo rápido porque ya estoy aburrida. Voy a un recital, veo a la gente saltando y me parecen unos infelices. Una manga de optimistas apestosos y desubicados. El vaso de cerveza sale quince mangos y acá te convidan todos buena onda. Ronda de birra, ronda de fasos, buena onda. Pff. Acá no hay chata ni caniche pero hay buena onda de todos los buena onda resignados que veranean en el asfalto con la alegría de los que están en un crucero en Saint Tropez y encima le ponen buena onda. Pff. Los veo y no entiendo qué los motiva tanto como para saltar así. No son los Stones, che. No estamos en River ni es cierto que no hay inflación. Aflojen. Paren de saltar. Un segundo. ¿Qué celebran? ¿Tan bien les va en el laburo? ¿no tienen ningún grano? ¿nunca se sienten solos? ¿a todos los esperan en casa con la comida? ¿todos tienen sexo esta noche? Porque a mí, ese combo, capaz que, a ver, sí, capaz que una risa me saca. Con ruido y todo. Me aburre su euforia. No la envidio, no la entiendo: es lunes. Es enero, estamos en Buenos Aires que, en enero, es la muerte peluda. Saltan como si estuvieran en una rave en Ibiza y están en el Konex viendo a un grupo de percusionistas que si los ves en plaza Serrano le tirás una moneda de lástima. Y ni siquiera porque hay escasez. No es malo, el grupo, pero vamos: lunes, enero, Buenos Aires, treinta grados. Kónex. No da. Encima ahora se viene el carnaval de Rio, de Gualeguaychú y el de Callao, que es el más ridículo de todos. ¿me van a decir que se van a tirar Rey Momo en plena callao? ¿que va a haber una reina porteña? ¿que van a repartir bombuchas a cambio de un alimento no perecedero? por favor. Qué farsa. Cuánta felicidad injustificada. No celebro porque no hay una fecha establecida, no me va bien en el laburo, tengo un grano interno en la nariz, me siento sola, nadie me espera con la comida, no voy a tener sexo esta noche y es enero y hace calor y estoy en Buenos Aires. Qué aburrimiento.

Las cosas por su nombre

No es lo mismo tener miedo que ser fóbico, ni estar triste es lo mismo que estar deprimido.
Por favor: no confudamos gordura con hinchazón.

martes, 13 de enero de 2009

De martes trece

A veces la felicidad no es tan desagradable.

viernes, 2 de enero de 2009

Fearless

No es algo que me preocupe pero sospecho que en este estado seria capaz de eliminar la etiqueta "miedos" Releo las entradas y me parecen ridiculamente irreales. Exageradas. Ahora creo que fue una idiotez haberla mantenido durante tanto tiempo. Hay que tener fe: en algun momento, el cuco se ahuyenta y se va.