miércoles, 30 de abril de 2008

Es como cuando se corta la crema

Nunca me interesó analizarme. Debe ser porque no me caen nada bien los psicólogos. Me da la sensación de que mientras vos les hablas, ellos piensan en otra cosa, y cuando te callas, dicen alguna conclusión metafórica, que casi siempre incluye términos como “proyección”, “fobias”, “duelo”, “trauma”, “equilibrio”. Y vos te quedas así, en silencio, sin decir nada porque lo que dicen ellos es palabra santa. Además, me molesta el lugar de superioridad que pretenden adoptar. Se sientan en frente tuyo, manteniendo una distancia que después desdibujan a la hora de opinar. Me atendí con dos mujeres. La primera vez me mandó mi mamá porque empujé por las escaleras a una compañera del colegio. Ella, la doctora, me pidió que dibujara a mi familia, a mis amigos. Me hacía preguntas estúpidas que podía responder una nena de cinco años. Yo tenía once. Yo no le contestaba. Le decía que estaba cansada de que se burlara de mí y que por eso la empujé. La segunda vez fui por iniciativa propia, con la intención de solucionar un conflicto que, en realidad, ya lo tenía resuelto, pero no me animaba a asumirlo. La Dra dos, lejos de transmitirme valentía para enfrentar la situación, hacía que cada vez me enroscara más. Llegué diciéndole que no sabía cómo hacer para volver a querer a alguien a quien ya no quería (como si eso fuera posible) y me fui creyendo que yo era la culpable de eso. Algo así como una discapacitada sentimental. Hablaba de él y de mí como si nos conociera. Abría un paréntesis, adentro de otro paréntesis, adentro de otro paréntesis. Un día me dijo que los dos éramos responsables. Y que lo que yo estaba haciendo era adoptar patologías en una relación y que el peligro de eso era repetirlo en el futuro. Lo disfuncional es disfuncional, enfatizó. Es como cuando se corta la crema. Después de eso me di el alta yo misma. Creo que la última sesión no se la pagué.

Pearl Jam


martes, 29 de abril de 2008

Me quedé pensando en algo III

El entretiempo sirve para frenar, cambiar jugadores, evaluar las jugadas y definir los pasos a seguir: un juego más o menos agresivo, un nueve por otro. Es una instancia que no sé por qué, siempre se desaprovecha.

Me quedé pensando en algo II

Tengo miedo de que mi blog se esté convirtiendo en una bazofia al estilo de "quiero un novio", de Clarín. Detesto los blogs de feministas y loosers. Pido encarecidamente que me avisen si encuentran algo parecido. Se agradece.

Me quedé pensando en algo I

No sé si me casaría. Tengo la teoría de que el matrimonio debería ser un contrato renovable cada cinco años. Cuando prescribe, uno puede firmar y seguir adelante o dividir los bienes comunes y ya. Si hay chicos, el modelo a implementar sería el mismo: unos días con mamá, otros con papá. La eternidad me asusta un poco. Además, digo: me canso de usar la misma ropa dos temporadas seguidas, cambio de trabajo todos los años, hoy me gusta bailar, mañana tocar la guitarra. Por qué debería querer dormir for ever con la misma persona? No sé. Lo que sí sé es que, de hacerlo, no se lo comunicaría a ningún ex.

Me gustaría (pero no) ser tu esposa

Habláramos una, ninguna o diez veces mas, me parecía que no tenía ocultarte algo que, si ya no lo sabes, es cuestión de tiempo que lo sepas y mejor que sea por mí: me caso a mitad del año que viene... a mí mismo me parece raro que sea un acontecimiento que te este contando esto cuando en realidad hace mucho que no somos nada, pero también es verdad que hasta no hace tanto y, a pesar de ser dos personas totalmente distintas a las que éramos en un principio, siempre de alguna manera u otra seguimos alimentando y compartiendo un sentimiento muy lindo que nos hacia seguir estando cerca, aunque nunca más juntos...una vez mas quería pedirte perdón por las veces que te hice poner mal… sé que hubo cosas en las que me equivoqué pero espero haberte pagado en felicidad alguna de todas las veces que lloraste, que fueron muchas más de las que quisiera… siempre voy a llevar algo tuyo adentro mío, no tengo miedo en decir que fuiste y sos la persona que más amé en la vida, la única por la que di todo y la que más feliz me hizo.

Después de recibir este mail de mi ex ex ex (el jugador de fútbol con el que salí cuatro años), vendí los anillos. Esa parte ya la conté. Lo que quiero decir es que después de la venta, hubo un llamado. El último. Pero eso, mejor, lo posteo en llamadas telefónicas. El diálogo no tiene desperdicio.

lunes, 28 de abril de 2008

Nobleza obliga: gracias, guapo.

No siempre fui quien dije ser. Ni tan buena amiga, ni tan fiel, ni tan transparente. Sé lo que es mentirle en la cara a un padre, a un profesor, a un jefe. A varios novios. Negué muchas verdades. Afirmé muchas mentiras. Lo hice en todas las dimensiones posibles: exagerando, minimizando, ocultando, tergiversando. La historia inventada me resultaba, siempre, más interesante que la propia. Carisma, me sobraba: mentía con el rostro de alguien que dice la verdad más absoluta. No miraba para el costado, no transpiraba, no nada. Con tanta convicción, mentía, que hasta yo misma me lo creía. Dormía en paz después de haber pronunciado las cosas más inverosímiles del mundo. Si me lo pedían, repetía el discurso sin titubear. Sabía cómo matizar los tonos para sensibilizar a mi interlocutor. Lo clásico, también lo hice. Borré mensajes de texto de la bandeja de entrada y de salida, llamadas recibidas, llamadas realizadas, agendé números de hombres con nombres de mujer. Pasé más noches en la casa de mi amiga Ana que en mi propia casa. Inventé salidas, destinos. Accidentes. Lavé ropa, mezclé perfumes. Dije no cuando era sí, mucho cuando era poco, amor cuando era calentura. Prometí cosas que jamás cumplí. Puse palabras de uno en boca de otro. Me atribuí virtudes que no tengo. Oculté defectos. Muchos. Creer que uno tiene el derecho de elegir qué decir y qué no. Eso me tranquilizaba. En el fondo, lo sigo sosteniendo. Uno es dueño de sus palabras y también de sus silencios. Pero me contradigo. Porque ahora, después de lo que pasó, sé que ya no quiero vivir entre irrealidades. El ahora nació el día en que él me descubrió. Fue aquella vez en la que dije haber visto un espectáculo en un teatro que esa noche, justo esa noche, no daba función. Mi coartada se cayó en una conversación de taxi de Palermo a Belgrano. La relación, también. El decía que estaba preparado para escuchar la verdad. La que no estaba preparada para decirla, era yo. Fue la única vez que me arrepentí. No me gustó sentirme como deben sentirse los abogados que defienden a alguien que se declara culpable. Nunca le pedí perdón ni le conté lo que había sucedido. Pero sé que se alegraría de saber que esa fue mi última vez. Me divorcié de él, pero también de ella. Y, por suerte, no hubo reconciliaciones. Ni siquiera un revival. Debe ser que no me seduce más, ella, ni me gusta ser su cómplice.

domingo, 27 de abril de 2008

Saico

20:05 Gordo, por donde andás? soy yo, desde la gran manzana.
20:20 Please leave your message after the tone, thanks.
20:30 Hola, otra vez yo, qué pena que no te encuentro. Tengo ganas de escucharte. Intento más tarde, bye.
20:35 Estoy preocupada, te llamé varias veces. Me mandas un mail cuando estás en casa así te llamo? Quizás es el celular que no engancha. Gracias gordito, un beso, te quiero, bye.
20:45 Acabo de chequar mis mails y no tengo ninguno. Se desconectó fibertel? probá con dial up, hago eso cuando falla el cable y funciona. Dale, avisame, te espero online.
21:00 Bueno, mirá. No entiendo donde estás. Ya no tengo más credito en la tarjeta. Cada una sale cinco dólares y en tres intentos se te consume. Hago un intento más. Atendeme, por favor.

21:10 Es la octava vez que te llamo y no logro comunicarme con vos. No entiendo cómo no estás atento al teléfono sabiendo de que existe la posibilidad de que te llame yo, que estoy lejos, a miles de kilómetros de distancia y que, tal vez, necesite algo: el número de la cancilleria argentina, por ejemplo. Porque, no sé, entré al baño de una libreria que está en la quinta avenida, de esas que tienen varios pisos y, sin querer, guardé un libro en la cartera para después pagarlo en la caja y, ups, cuando quise salir, me sonó la alarma y vinieron los guardias y me gritaban en un inglés mezcla con arameo y yo intentaba decirles que no, que no me la estaba robando, i am not stealing the book, que fue una equivocación, pero igual, igual terminé en una comisaria que, no por gringa, es más agradable que una porteña. Ves? No entiendo. Atendes el maldito telefono un domingo mientras leés el diario en la cama y no podés hacerlo un lunes a la noche, cuando la única persona que debería llamarte soy yo. Y no me digas que te estabas bañando porque siempre te bañas a la mañana. Hace cinco años que te bañas a la mañana. O que justo estaba ladrando el perro y no escuchaste el teléfono. Oime bien. Esta vez no te salva el lavarropas, ni la música del vecino, ni tu vieja. Qué? A Ver? Qué tenes para decir? Que estás confundido? Que, en realidad, durante estos días te diste cuenta de que no querés estar conmigo. Sabés que? Si es así, decímelo de una buena vez. Cagame el viaje. Dale. No esperes más. Me da igual llorar en el obelisco, en la torre Eiffel o en la estatua de la libertad. Dale, animate. Hacelo. Si a vos te encanta darme estas sorpresas. Cuando me fui a esquiar, el año pasado, me hiciste lo mismo. Primero te haces el distante, el ocupado. Me decís: pasala lindo, gordita, con esa voz que tiene de todo menos entusiasmo. Después me mandas esos mails informativos sobre el estado de la casa, del tiempo, de las rutas. Hablás del humo, del campo. Nunca un te extraño, nunca un volvé pronto. Cuando yo ya me quedé sin plata para llamarte y vos sabés que no tenes escapatoria, ahí sembras la duda. Está todo bien, gordita, pero la distancia me hacer ver las cosas más objetivamente. Pero quedate tranqui, lo hablamos a tu regreso. A mi regreso las pelotas. No voy a volver de NY para ver la cara de ternero degollado que me vas a poner para dejarme. Cagón. Dejame ahora. Atendeme y decime que no me querés más. Dale. Si tenes huevo, atendeme.

miércoles, 23 de abril de 2008

Dicen por ahí que

Todos los indicios conducen a Roma.

viernes, 18 de abril de 2008

Un día como hoy

jueves, 17 de abril de 2008

Guilty


Me levanto con los ojos lagrimosos. Toso. Estornudo. Varias veces seguidas.
Me sueno la nariz. Estornudo. Varias veces más. Intento respirar hondo. Fuerzo un suspiro depurador. No lo logro. Eso es, para nosotros, los asmáticos, casi tan fastidioso como no llegar al orgasmo. Salgo a la calle y todo empeora. Uso un pañuelo de barbijo. Que quede claro: la culpa de mi asma de hoy la tiene él.


miércoles, 16 de abril de 2008

Please leave your message after the tone

Hola loca. Bueno, cuando puedas llamame porque me quedé preocupada. Escuché tu contestador, ese que decís que sos Perla Bartolomeo de Molinos. Te casaste? Con quien? Con el futbolista? El rockero? el pendejo? o hay uno nuevo? Quiero saber por qué no me invitaste. No lo puedo creer. Vos casada. Todavía me acuerdo. Eras terrible en la secundaria. Todos los sábados cambiabas de novio. Lo más gracioso es que siempre decías que estabas enamorada. Hasta que conocías a otro y hacías el cambiazo. Y ahora, mirate, sos la señora de Molinos. Qué haces los sábados a la noche? DVD y a la cama? No te imagino. Bueno, dale, llamame. Un besito.

martes, 15 de abril de 2008

Discurso oficial

La verdad es que despues de tu último llamado cuando me dijiste que yo hablaba como el presidente me quedé medio enojado y por eso te mande ese mail tan frío. Sin embargo te vuelvo a escribir porque me estoy dando cuenta de que no quiero estar más lejos tuyo y cada vez lo siento mas. Cuando te fuiste, nunca pensé que me iba a afectar tanto estar diez dias alejado de vos, pero ya estoy podrido de no verte y cada vez te extraño más y si te hable mal por telefono te pido perdón. No lo hice con mala intencion.Vos me conoces y sabes como soy, así que me pareció una tonteria que reaccionaras de esa manera .Para terminar quiero decirte que me muero por verte y espero que vuelvas lo antes posible. Te mando un beso enorme y espero tener noticias tuyas cuanto antes.Te amo mucho.

lunes, 14 de abril de 2008

Qué bello abril


viernes, 4 de abril de 2008

Guggenheim

Cinco autos colgando de un techo de cuadriple altura
con luces de colores que destellan como los mismisimos rayos del sol
aguardientes y bebidas espirituosas
la luna llena
mi vaso nunca vacio
soy horrible escribiendo poesia semi ebria, un viernes a la noche, en un barrio de estudiantes en NYC.

martes, 1 de abril de 2008

Perla no está, Perla se fue

Es raro esto de estar en casa lunes y martes sin recibir médico laboral ni chequear mails.
Me levanto tipo diez, escuchando Vale, lo que se traduce en: Alejandro Sanz, Eros Ramazotti y Paulina Rubio. Cantantes de habla hispana que detesto pero que por estos días no me molestan tanto. Desayuno, leo el diario, miro la tele. Ya arreglé la cámara de fotos, me depilé, me hice la tintura y las uñas. Compré una batería de medias y bombachas. Llevo varias valijas. La más liviana, la menos importante, tiene: ropa, música, libros, remedios (muchos) Las otras, por su condición de invisibles, no hace falta declararlas.
Estoy lista para partir conmigo
La gran manzana me espera