jueves, 21 de mayo de 2009

No soy un nenito

Jueves. Nueve y media de la mañana. Libertador y Olleros. Auto. A veinte metros veo a un discapacitado, con muletas, que se acerca a las ventanillas de otros autos. Algunos conductores sacan la mano con un puñado de monedas, otros levantan el vidrio. Cuando me toca a mí, le doy dos pesos. Me dice: gracias, pibe. Sonrío. Y después: ah, perdón. Pensé que eras un muchacho, como tenes el pelo corto.

1 comentario:

Aurora dijo...

El pelo no hace al sexo de una persona (?)