Hay algo de Santi que me enternecía mucho: grababa canciones en el contestador. El pibe iba por la calle y de repente se le ocurría alguna melodía y no tenía mejor idea que llamar a casa y grabarla en el contestador. A mí me gustaba llegar y escucharlo cantar, en lugar de oir las voces de nuestras madres, con tono de madres abandonadas, rogando para que las llamemos. Creo que nunca se lo dije.
jueves, 27 de noviembre de 2008
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2 comentarios:
Me encantó el sistema Santi.
Clau, te agradezco en su nombre. La única que (en apariencia) lo valora. Además de mí, claro.
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