¿Quién me explica por qué los padres se mueren?
¿y los hijos?
¿y los hermanos?
¿y los novios?
¿y los amigos?
Maldición.
Maldición.
Maldición.
viernes, 21 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Paseo armado para la ocasión, recorrido turístico por la miscelánea cotidiana, visita guiada por los pasillos de la sugerencia, salón oval para flirteos varios, trip de contrabando, murmullo urbano, asociación ilícita y cuasi-tramposa, un affair con un pasajero que nunca es usted; punto de encuentro, de partida o de llegada a otro destino, a otra Perla.
5 comentarios:
Se mueren porque acá, cada vez, está más insoportable.
Perla descubierta,
Toda la semana pensé en esta puta mierda que hoy leo acá. ¿pero sabés qué? lo bueno es que lo malo también un día se muere y no vuelve. ya se, no consuela, pero me ayuda a aceptar.
Lo que decís, Haller, suena esperanzador. Eso de que lo malo también muere y no hay reincidencia posible. Escribo esto y me pregunto cuántas cosas buenas habré dejado morir y por qué. Para quien moriré para siempre y del todo. Cuándo. Cómo. Quién me mantendrá con vida en su corazón. Eso.
Me hiciste recordar estas líneas que te transcribo... uf, qué días tengo.
Límites
Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar.
Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,
hay un espejo que me ha visto por última vez,
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo.
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos)
hay alguno que ya nunca abriré.
Este verano cumpliré cincuenta años;
La muerte me desgasta, incesante.
JLB
Por algo Dios inventó el Clonazepán.
Publicar un comentario