No paro de comer. Tengo comportamientos de una persona con trastornos alimenticios. Me levanto a medianoche a comer lo que encuentre: un bowl de arroz con salsa de soja, alcauciles, muzzarela con pimienta, postrecito de chocolate. No es anorexia porque mi IMC está más que equilibrado. Tampoco es bulimia porque no vomito. Pero es igual de tremendo. Como el doble de lo que como habitualmente y me quedo con hambre. Todo me viene bien: dulce, salado, entrada, plato principal, postre. Gaseosa no light. Llego a la oficina, a las 10, y ya estoy llamando a mi bar amigo para preguntar el menú del día. Salgo, y camino al subte, me clavo un pancho con ketchup, mostaza y muuucchhaas papitas, en un quiosco infecto de Godoy Cruz casi Santa Fe. Qué miedo.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
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3 comentarios:
Embarazo?
Nada más deseado, nada más lejano, Sur...
JAJAJAJA ah, eso está mal?
Puta madre justa ahora que iba a dejar de pagar la prepaga
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